El Territorio de Orgosolo

Territorio - Supramonte - Orgosolo

Orgosolo, cuyo nombre llega del griego orgàs ("tierra fértil y rica en agua"), es el corazón de Barbagia; puesto en una cuenca abajo del grande altipiano de piedra caliza de Supramonte, a 18 km de Nuoro, está inmerso en un paisaje natural rico en encanto y maravillas, con sus paisajes de rara belleza que se alternan a altos acantilados, cuevas, caños esculpidos por el río Cedrino y las dolinas.

De la roca caliza desnuda nace el antiguísimo bosque de Supramonte, único por su riqueza y su variedad de robles, de encinas, de enebros, de tejos, además de una densa vegetación, a veces impenetrable, donde es raro, pero no imposible, encontrar ejemplares de la fauna como los muflones, los jabalíes y las águilas reales que dominan todo con la majestuosidad de sus vuelos. También aquí pueden dormir tranquilamente el lirón, que, junto con el ratón del roble, son presas de las garras infalibles del azor.

En las cercanías de la aldea pueden visitar lugares de gran interés arqueológico, prueba de la prehistoria y de la historia de Cerdeña: los que pertenecen a la prehistoria y a la protohistoria son los más atractivos por su singularidad, que va a representar una marca de identidad de la isla, de su pueblo y de su vida civil más remota.

De Neolítico (8.000/3.000 a.C) hay más de 70 Domus de Janas "casas de las hadas”, en realidad, tumbas prehistóricas talladas en la roca por la gente que vivía en el Neolítico en Cerdeña; las de Orgosolo son lindísimas porque excavadas en la dura roca de granito y para su colocación en una campaña que tiene una belleza inigualable.

Además de la creencia en una vida sobrenatural aparece el culto de los antepasados, cuya memoria se pasa en los Menhir de estos períodos, que constan de bloques monolíticos aislados, altos varios metros, empotrados verticalmente en el suelo. Más recientes, pertenecientes a la Edad del Bronce, son los nuraghi, torres cilíndricas con uno o dos pisos que comunican entre sí a través de una escalera de caracol interior, que creemos podrían servir como puntos de defensa y como casas de los dirigentes locales.

A lo largo de los siglos, atrayeron a muchos viajeros que desembarcaban en la isla, incluido el majestuoso Nuraghe Mereu construido con bloques de piedra caliza que otorgan el característico color blanco. Sobre el territorio circundante se alza y se enfrenta la gran Gola de Gorroppu, uno de los más profundo cañón en Europa (hasta 400 m). Unos restos púnicos y romanos testigos de viajes sin interrupción, desde el Neolítico a la época romana.